Esta historia es sobre un perro llamado Treya. Rescate callejero de St. Louis. Resulta que el perro fue abandonado después de que su dueño fue asesinado y desde entonces ha vivido una vida terrible.
Estaba encadenado y solo sus vecinos lo ayudaban, lo alimentaban y lo calentaban para que el animal pudiera sobrevivir. No pudieron liberar al animal de sus cadenas, e incluso una vez, en desesperación, mordió la pierna.
La organización no dice quién es el autor de todo esto, lo encontraron yendo al departamento de bomberos. Sintió pena por el perro e inmediatamente llamó a los rescatistas.
El perro fue llevado a un refugio e inmediatamente comenzó a cuidar de él. El examen reveló que tenía problemas de salud, con sus lesiones emocionales que coincidían con sus lesiones físicas.Estaba en extrema necesidad de curación y los rescatistas pensaron que sería bueno presentarlo a un amigo, por lo que fue presentado a Little Pinky. Cuando el perro se dio cuenta de que tenía un nuevo amigo, se volvió más activo.
