El hombre notó un hocico compasivo en los arbustos

Al pasar por los arbustos, el hombre vio a alguien que se movía detrás de las hojas. Desde allí, ojos compasivos lo miraron, como pidiendo ayuda.

El americano caminó más allá de los arbustos cerca del edificio y notó algo que se movía detrás de las hojas. Se acercó y vio a un perro joven, claramente asustado y necesitado de ayuda. El perro también tenía algún tipo de problema con sus patas delanteras y cojeaba…

El hombre se puso en contacto con el refugio local Stray Rescue de St. Louis, y sus voluntarios vinieron a recoger al perro. Pero no resultó ser tan fácil. La pobre tenía miedo de la gente y no dejaba que nadie se acercara. La voluntaria trató de dejar trozos de pollo para atraer al perro a una trampa humana. Pero cuando regresó para revisar la jaula, el pollo no fue tocado. Aunque el perro tenía hambre, el miedo venció.

Entonces el voluntario decidió probar un enfoque diferente. Al ver al perro escondido, se sentó junto a él y comenzó a hablarle con una voz tranquila y suave. Así que se sentaron y hablaron — y cuando la mujer sintió que el perro se relajaba, pudo rápidamente ponerle una correa. Finalmente, el perro estaba a salvo, y fue llevado al refugio.

El perro se llamaba Fergie y fue examinado por un veterinario. Su pata delantera estaba gravemente herida y requería cirugía, que estaba prevista para pronto. Además, se encontró que Fergie tenía algunos problemas causados por la vida en las calles. Pero el equipo del refugio ya ha comenzado a tratarlo y cuidarlo.

No sabemos quién lastimó a Fergie y cómo terminó en la calle. Pero ahora está en buenas manos. Fergie se está recuperando lentamente, aprendiendo a confiar en la gente y vivir la nueva vida. Cuando esté completamente recuperado y curado, se encontrarán propietarios permanentes para ello.

 

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