Un perro de 15 años llamado Huxley fue llevado a un refugio después de que su dueño falleció. No estaba acostumbrado a los nuevos alrededores, y por suerte pronto encontraron un hogar adoptivo para él…
Huxley, de 15 años, fue llevado al refugio después de que su anciano propietario falleció. Al perro amable y cariñoso le faltaba una pierna y se encontró que tenía un par de dolencias, así como mala vista y audición. Pero a pesar de todo esto, el bondadoso Huxley encantó a todos en el refugio – siempre estaba ‘sonriendo’ y de buen humor.
El viejo perro fue llevado por una voluntaria llamada Jenny, quien lo llevó a un cuidado temporal. Ella trató de hacer cada día feliz y satisfactorio, para distraerlo de su nostalgia y mantenerlo saludable. Para su sorpresa, el perro estaba ganando fuerza y actividad todos los días.
Unos días más tarde, el guardián descubrió que Huxley era muy aficionado a jugar con pelotas de tenis. Un día su pequeño nieto tiró el perro una pelota – y el viejo se emocionó tanto con ella que era imparable! Jenny le compró más bolas solo para complacerlo – y Huxley agradeció el regalo.
Era como si recordara sus años de cachorro – y estaba felizmente corriendo por ahí con pelotas como un pequeño. Era imparable, y sus guardianes miraban con sonrisas. Después de jugar duro, Huxley también logró traer todas las bolas a la casa.
Huxley ahora se siente muy bien, y continúa viviendo con personas amorosas que lo cuidan con sensibilidad. ¡Sé feliz, guapo!