En la calle la chica encontró su sueño: exhausta, hambrienta y triste

Natasha siempre ha soñado con tener un labrador que se convertiría en su fiel protector y buen amigo. La niña ni siquiera podía imaginar que se encontraría con su sueño en medio de la calle. El perro estaba delgado y temblando por el frío, de pie cerca de la tienda y mirando a la gente con una mirada llena de pedir ayuda. Cerca del perro había un tazón, a veces los clientes dejaban comida en él para el animal.

El perro se veía terrible y era solo por su capa lisa que se podía entender que era un animal de pura sangre. Natasha compró la comida animal y mientras el perro estaba comiendo, la niña tuvo un mejor vistazo y notó características que indicaban que era un labrador.

También quedó claro que el perro solía vivir en la casa y tenía dueños, pero Natasha también vio que los dueños anteriores maltrataban al animal, como lo demuestran las numerosas cicatrices en su cabeza.

Natasha inmediatamente decidió que se llevaría al perro. La niña la llamó Wanda y la llevó al veterinario. La conclusión del médico fue decepcionante – Wanda necesita tratamiento. Natasha y Wanda siguieron estrictamente las instrucciones del médico y muy pronto el perro se recuperó.

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