Desesperadamente todos los pasillos lamieron manos, rogándole que ayudara

El perro de Speedy era un perro feliz y saludable cuando, inesperadamente para todos, sus patas dejaron de moverse. El dueño no quería cuidar de la mascota enferma y llevó a Speedy a la clínica, pidiendo que el perro se durmiera.

Mientras esperaba su turno para ver al médico, Speedy era muy amable, lamiendo las manos de cada persona que podía ver. El perro no quería que este fuera su último día y trató de mostrarlo a la gente.

Al ver el deseo desesperado del perro de vivir, los médicos decidieron darle una oportunidad, a pesar de que su enfermedad era muy grave.

Se le prescribió tratamiento rápido y se sometió a una rehabilitación a largo plazo, que incluyó varias terapias y capacitación. Speedy ha estado cuidando voluntarios todo este tiempo.

Perro condenado lamió las manos de todos los que se le acercaron… Él quería vivir!

Después de un tiempo, el perro mejoró, aprendiendo a moverse sin ayuda humana. Speedy solo podía dar unos pasos por su cuenta. Pero con el tiempo, incluso empecé a correr.

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