El sello y todas las pertenencias fueron puestas en la entrada, allí dejaron gotas para los ojos

En la entrada de la Anya de cinco pisos estaba de negocios. En la ventana entre los dos últimos pisos había un gato, cubierto de polvo. El gato dormía sobre una toalla vieja que le servía de cama, y junto al alféizar de la ventana había una bandeja y una capa. Había algo de relleno en la bandeja, pero la capa estaba completamente vacía.

Esperábamos que el gato perteneciera a alguien que vivía en la casa o que alguien lo hubiera llevado por el frío en la escalera, pero una inspección de los residentes rompió nuestros sueños. El gato fue plantado en la entrada, nadie sabía de quién era y cómo terminó en su casa. Nuestra voluntaria Larissa se ha dado cuenta de que nuevas búsquedas de anfitriones son inútiles. Así que puse el gato, que ya había conseguido llamar Semen, en una bolsa y lo llevé a mi casa.

El gato estaba feliz de estar en la casa y no era exigente en absoluto, parecía, si hubiera sido colocado en la esquina del baño. Él también estaría contento con esto. Además, al bebé le gusta sentarse en sus manos y rascarse, comer todo, no recoger comida.
Semyon ama la comunicación, es educado y amable. Larissa notó que el gato constantemente entrecierra los ojos, aunque claramente vio todo a su alrededor. La mujer pensó que tenía dolor y llevó al gato al veterinario.

Como resultó, los problemas oculares eran menores, no era difícil curarlos, pero los resultados de las pruebas mostraron un problema más grave — el gato tenía leucemia viral. El semen no estaba enfermo, pero es un portador capaz de transferir la enfermedad a otros animales.
Decidimos que cuando nos enteramos de la enfermedad del animal, sus dueños se asustaron y decidieron simplemente poner el gato en la calle, porque claramente no era él mismo que se escapó de casa, tomando una bandeja y una mysca.

Larissa ya no podía dejar el semen con ella, ya que tiene otros gatos y el riesgo de infección es muy alto. Estaba realmente apenada por separarse de un personaje tan fino, pero tenía otros animales de los que ocuparse.
Una vez más Semión no tiene hogar, ni temporal ni permanente. Anya hace todo lo posible. Para hacerle pasar un mal rato, pero con su diagnóstico, no hay ninguna posibilidad de que alguien quiera cuidar de él.

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