Alex se sentó en casa viendo la televisión, pero en algún momento el hombre quería algo sabroso, y decidió ir a la tienda más cercana. Desde la casa de Alex a la tienda era de unos tres kilómetros, pero decidió no utilizar el coche, pero para combinar las compras con un agradable paseo.
Mientras cruzaba el puente a través de un pequeño río, el hombre escuchó ruidos extraños. El hombre se detuvo y escuchó. El sonido venía del agua y parecía un animal llorando. Se estaba poniendo más oscuro en la calle, porque era imposible ver algo bajo el puente. Alex encendió la linterna, que se llevó consigo y bajó al agua. Después de vagar un poco bajo el puente, el hombre encontró una fuente de sonido, resultó ser un cachorro que estaba acostado cerca del agua, el hocico del bebé estaba fuertemente rebobinado con cinta negra.
Alex recogió al cachorro y siguió su camino, pero ahora no iba a la tienda, se dirigía a una clínica veterinaria cercana, esperando que ella todavía estuviera trabajando. El hombre y su nueva sala tuvieron suerte, porque pronto encontraron un veterinario, que se llevaron. Después de dejar al bebé bajo supervisión profesional, Alex fue a la tienda.
El gerente de la clínica veterinaria, que ha estado trabajando allí durante más de 30 años, se sorprendió por tal crueldad hacia el bebé. Ella tomó algunas fotos y escribió un post que ayudó al pequeño a encontrar un hogar. El puesto de la mujer fue visto por los Wittignes, que decidieron ayudar al cachorro, especialmente porque acababan de enterrar a su viejo perro, que era muy querido en la familia. Así que el bebé encontró un nuevo hogar y un nuevo nombre — Louis. La familia inmediatamente amó a su nueva mascota y él les correspondió.
