A pesar de que la gente se ha vuelto más insensible y cínica en los últimos años, hay quienes no pueden permanecer indiferentes al sufrimiento de nuestros hermanos menores. La residente de Los Ángeles Molly Sotak es una de esas personas. En la calle, la niña conoció a un gatito que no podía abrir los ojos debido a una infección grave. La niña simplemente no podía pasar y decidió ayudar al bebé.
Molly tomó el gatito de la calle y lo llevó al refugio. A primera vista, estaba claro que el bebé, a quien la niña llamó Nellie, estaba muy enfermo. El gato era delgado, no tenía ninguna fuerza en absoluto. Además, la gata tenía miedo, evitaba el contacto con la gente. Molly decidió que al principio el bebé estaría mejor en un refugio donde los especialistas la cuidarían, así que decidió no llevarla a su casa.
Los veterinarios le recetaron a Nelly un tratamiento serio, pero el gato soportó valientemente todos los procedimientos y comenzó a recuperarse muy rápidamente. Para cuando terminó el tratamiento, el gato ya había encontrado nuevos dueños.
En la nueva familia, a la niña se le dio un nombre diferente – Dina.
De un gatito pequeño y enfermizo, Dina se convirtió en una belleza con piel esponjosa y ojos azules. Ella es feliz en su hogar, donde está rodeada de amor y cuidado.
En la nueva familia, a la niña se le dio un nombre diferente – Dina.
De un gatito pequeño y enfermizo, Dina se convirtió en una belleza con piel esponjosa y ojos azules. Es feliz en su hogar, donde está rodeada de amor y cuidado.