La llegada de un Golden Retriever en su vida fue un verdadero punto de inflexión para Riley Yeomans, que ha sido ciego desde la infancia. Con el perro guía a su lado, fue capaz de lograr mucho y superar la depresión.
Un perro guía no solo ayuda a su maestro a orientarse, moverse y llevar a cabo las tareas diarias. También es su mejor amigo y le proporciona un apoyo inestimable, especialmente en los días en que la moral está baja. La historia de Riley Yeomans, de 25 años, y su perro Yashka es la ilustración perfecta. Es reportada por Daily Record.
“Un momento que nunca olvidaré, aprendiendo que iba a tener un perro guía. Estaba deseando conocer a Yashka y comenzar un nuevo capítulo en mi vida con ella a mi lado”, recordó el joven. El momento en cuestión es cuando se le dijo, en mayo de 2016, que iba a tener un perro guía después de pasar 4 años en la lista de espera.
Acababa de comenzar su primer año en la universidad. Con el animal con él, pudo continuar sus estudios brillantemente. “Yashka es la razón por la que llegué tan lejos. Todo lo que he logrado es gracias a ella”, dice.
Con la ayuda del Golden Retriever de 7 años, Riley Yeomans obtuvo su título en Escritura Creativa de la Universidad de Derby y luego su Maestría de la Universidad de Nottingham Trent. El dúo se trasladó a Ipswich en Suffolk (Este de Inglaterra), donde el estudiante está preparando su doctorado en la Universidad Metropolitana de Manchester.
«El mejor amigo que podría desear tener»
El perro le da la fuerza para seguir adelante, para tener planes y para expresarse sobre la ceguera que ha sufrido desde que tenía 2 años debido a la distrofia retiniana y el nistagmo (movimiento ocular incontrolado).
«Ya sea que me esté guiando en el transporte público, sentada a mis pies en una conferencia, o debajo de una mesa mientras estoy con amigos, su mera presencia es extremadamente tranquilizadora y edificante. No importa lo que la vida nos lance, mientras estemos juntos, sé que estaremos bien.»
Riley Yeomans, que sufría de ansiedad y depresión, logró superar estas dolencias gracias a Yashka. Cuando no está en su mejor estado moral, puede contar con el perro para darle una sonrisa y un impulso con sus abrazos y besos. “Todo lo que quiere a cambio es amor, rasguños en la barriga y comida. Es la mejor amiga que podría desear tener”, concluye