EL TREN MAYA SERÁ ELÉCTRICO EN CASI LA MITAD DE LA RUTA

Corría 1850 cuando México inauguró su primer tramo de ferrocarril, que conectaba el puerto de Veracruz con Molino. Esos 11 kilómetros sirvieron para crear la línea troncal del Ferrocarril Mexicano inaugurada en 1873, y gracias a los rápidos trabajos, ya a inicios del siglo XX era posible recorrer 20.000 kilómetros de vía férrea en el país.

Hoy, un siglo más tarde, la red ferroviaria de México sigue aumentando y mejorando gracias a proyectos como el Tren Maya, una iniciativa del Gobierno de México para el transporte de pasajeros y carga a través de la Península de Yucatán. Todavía en construcción, recorrerá una distancia de 1.500 km aproximadamente y pasará por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Gracias a la colaboración con Fonatur, más del 40% de este trayecto contará con trenes e infraestructuras electrificados.

TRENES DUALES

En un inicio, se electrificarán los tramos correspondientes a la ruta entre Mérida, Cancún y Chetumal. Esto representa 690 kilómetros de ruta, el 43,8% del total, incluyendo vías dobles para servicios múltiples y laderos, con la posibilidad de electrificar el resto de la línea férrea en un futuro.

Para ello, Fonatur incorporará lo último en tecnología de locomotoras y vagones para el sistema ferroviario dual que operará con trenes híbridos (diésel-eléctrico) y trenes eléctricos, así como catenarias y subestaciones eléctricas. Esto significa que tendrán versatilidad, ya que una misma locomotora puede prestar servicios tanto en tramos electrificados como no electrificados. Así, los trenes podrán circular en su modo eléctrico y cambiar en plena vía para usar el motor diésel-eléctrico en tramos sin cableado ni catenaria. Además, podrían adaptarse para hacer la transición a locomotoras impulsadas por hidrógeno en un futuro.​

¿QUÉ SUPONE LA ELECTRIFICACIÓN?

Este sistema dual permite contar con tramos de adaptabilidad diésel-eléctrico en los que no se necesita cableado, por lo que se genera menor fragmentación y resulta más seguro para la fauna y otros de adaptabilidad puramente eléctrica como el de Mérida-Cancún-Chetumal, con centrales eléctricas que son mucho más limpias que los motores a combustión.

Esto se debe a que la energía propulsora puede provenir de fuentes limpias y renovables, como la geotérmica, hidráulica, solar y eólica, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero en el trayecto.

EJE AMBIENTAL

Con el Tren Maya, el gobierno de México busca generar un nuevo modelo de desarrollo territorial que conserva y aprovecha de manera sustentable los servicios ecosistémicos del sureste del país. Parte de su plan, no exento de polémica, pasa por favorecer la conservación de los ecosistemas y los servicios ambientales, reducir la tala ilegal e implementar acciones que promuevan un uso responsable del suelo, fomentar la producción agrícola y ganadera amigable con el ambiente, generar una economía basada en el aprovechamiento responsable de recursos naturales e impulsar actividades económicas que hagan un uso menos intensivo del suelo y de los recursos naturales.

COMPROMISO SOCIAL

Un plan que va de la mano con el eje económico y social con los que afirman impulsar un nuevo futuro para el sureste del país con creación de empleo, dinamización del turismo y mejora del sector agroalimentario. Asimismo, trabaja para incluir la comunidad local en el proyecto, que cuenta con planes de vinculación social, de consulta indígena y de equidad de género.

UN VIAJE CULTURAL

La ruta del Tren abarca una región de gran riqueza natural y cultural donde abundan los Patrimonio Mundial de la UNESCO. Con el fin de protegerlo, el proyecto toma el patrimonio como uno de sus ejes principales y dice trabajar junto a las líneas de ordenamiento territorial, preservación del medio ambiente, desarrollo económico inclusivo y bienestar social para preservarlo.

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