Puente Krämerbrücke
Es el más largo de todos los puentes que están habitados. Está situado en la conocida ciudad de Erfurt, en Alemania. Su nombre es muy peculiar, ya que significa nada más y nada menos que “puente de los mercaderes”. Lo que es un hecho es que sus viviendas parecen de cuento. También destaca por sus tejados irregulares, así como su variedad de colores y, por supuesto, sus balcones colgantes. En la antigüedad, cada extremo del puente se encontraba una iglesia.
Puente Pulteney
Es el puente que atraviesa el conocido río Avón, en la ciudad inglesa de Bath. Esta preciosidad fue diseñada por Robert Adam y su construcción finalizó en el año 1773. Cuenta con numerosas tiendas en los dos márgenes. Este puente tuvo numerosas remodelaciones, que se aprecian en la elegantísima fachada principal y en su más austera fachada norte.
Ponte Vecchio
Es, de los puentes habitados, el más reconocible. ¿La razón? Está ubicado en la preciosa e histórica ciudad de Florencia, en Italia. Es el puente más antiguo de este lugar, cuya procedencia es de la época romana. El aspecto que se conoce en la actualidad data nada más y nada menos que del siglo XIV. En ese momento, se construyó para reemplazar otro puente que se destruyó por una inundación.
Puente de Lovech
Esta estructura cruza el río Osam y, de esta manera, se conectan la parte antigua de Lovech con la más moderna. Por si fuera poco, este puente es el símbolo más reconocible de la ciudad búlgara. Su longitud es de 84 metros, su anchura de 10 metros y, además, cuenta con 64 viviendas y tiendas. Por si fuera poco, cabe destacar que se construyó a finales del siglo XIX.
Puente-pagoda Chùa Cầu
Este es el puente habitado mejor conservado de toda Asia y, además, se ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas de Hoy An (Vietnam). De estilo japonés y construido en el siglo XVII, llegó a ser utilizado como un palacio de justicia. A pesar de que su tamaño es bastante reducido, en su interior encontramos un precioso templo budista.
Una de las estructuras creadas por el hombre (y a veces por caprichos de la naturaleza) que más nos fascinan son los puentes y hoy nos vamos a fijar en algunos que trascienden su función de mero pasadizo y que incorporan, además, viviendas. Veamos cinco puentes habitados en el mundo, hermosas construcciones con vistas a los ríos.
Los puentes habitados fueron muy comunes en la Edad Media en Europa, cuando se buscaba evitar impuestos del suelo o de peajes instalando viviendas o comercios en estas construcciones. En la actualidad, perduran algunos que albergan tiendas, almacenes e incluso viviendas.
Tal vez próximamente veamos resurgir una tendencia, recuperar esta manera de vivienda que, vistas las fotografías y los entornos, no debe estar tan mal… Me imagino sobre estos puentes en coquetos estudios, remodelados con todas las comodidades. Eso si, en ocasiones no nos debería importar el trasiego de gente que se quiere acercar a contemplar estos curiosos y populares puentes habitados.
Empezamos con el puente Krämerbrücke es el más largo del mundo entre los que se hallan habitados. Está en la ciudad de Erfurt, Alemania y su nombre significa “puente de los mercaderes”. Las viviendas parecen casitas de cuento, con sus tejados irregulares, sus balcones colgantes y su variado colorido. Antiguamente acotado por dos iglesias, una a cada extremo del puente, la piedra sustituyó a la madera y las tiendas de productos exóticos traídos de Oriente por los mercaderes a los modernos comercios de artesanía y restauración que pueblan su paseo peatonal interno en la actualidad.
A continuación viajamos hasta el puente Pulteney, que atraviesa el río Avon, situado en una ciudad Patrimonio e la Humanidad, Bath, Inglaterra. Fue diseñado por Robert Adam en estilo paladiano y finalizado en 1773. Es uno de estos cinco puentes habitados en el mundo, con tiendas a lo largo de ambas márgenes, como una floristería, una tienda de antigüedades o un bar de zumos. Después de numerosas remodelaciones, es evidente la diferencia entre la elegante fachada principal y la menos acertada fachada norte, más austera. Me pido la primera.
El Ponte Vecchio es tal vez el puente habitado más reconocible por encontrarse en la ciudad de Florencia, Italia, y haberse convertido uno de sus iconos. Es el puente más antiguo de Florencia, con precedentes en la época romana. Su aspecto actual data del siglo XIV, cuando fue construido para reemplazar un puente destruido por una inundación. En sus inicios albergaba comercios de herreros, carniceros y curtidores, que fueron sustituidos por las orfebrerías y joyerías que perduran hoy día, junto a los artistas callejeros que pueblan su corredor. Aunque esta construcción parece incluir solo los comercios, se dice que algunas tiendas esconden pequeños apartamentos con las mejores vistas de la ciudad al río Arno. ¿No perdonaríamos el epicentro bullicioso de una ciudad histórica como Florencia?
El puente cubierto de la ciudad de Lovech, Bulgaria, cruza el río Osam, que conecta las partes del antiguo y nuevo Lovech, siendo posiblemente el símbolo más reconocible de la ciudad. Fue construido originalmente a finales del siglo XIX con una longitud de 84 metros, una anchura de 10 metros y con 64 tiendas y domicilios. Después de varias reconstrucciones, el puente hoy es peatonal y a lo largo de sus 106 metros contiene nueve tiendas, tres talleres y dos pastelerías, pero no pervive en él ningún domicilio.
Pasamos a un ejemplo de puente habitado conservado en Asia, concretamente el puente-pagoda Chùa Cầu, que se ha convertido en la mayor atracción turística de Hoi An, en Vietnam. Construido en el siglo XVII, es de estilo japonés y fue utilizado como un palacio de justicia. En su interior no hay pisos, a diferencia de los puentes anteriores, pero a pesar de su reducido tamaño alberga un templo budista. ¿Tal vez un lugar especial para buscar la paz interior? Si no tuviera tantas visitas…
Como veis, no se trata de vivir bajo un puente sino sobre él. ¿No os apetecería vivir en cualquiera de estos puentes habitados del mundo? ¿Con cuál os quedáis?